Continuamos con las sesiones con los pisos juveniles dentro del proyecto Generación Ser + Sostenible, de Fundación Atabal financiado por AEXCID.
Desde Fundación Atabal creemos en la capacidades de la juventud para ser agentes del cambio social y global. Como ya saben, tenemos un proyecto en marcha enfocado en la juventud extremeña. El proyecto Generación Ser + Sostenible, financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el desarrollo (AEXCID), persigue dar las herramientas para que, pensando globalmente, comencemos a actuar localmente. Estamos trabajando con viviendas gestionadas por la entidad Cerujovi, donde conviven personas jóvenes diversas. El proyecto está planteado como un plan de seguimiento a lo largo de 3 meses, en el que mediante sesiones de una hora trabajamos conjuntamente analizando la realidad en materia de sostenibilidad medioambiental, social y económica.
A fecha actual, marzo, hemos realizado dos actividades del proyecto con los pisos juveniles. En la primera sesión, en febrero, entre todas analizamos los problemas que observamos en nuestra realidad próxima e incluso en la realidad global. La dinámica enfocada desde la perspectiva de fomentar la participación de las jóvenes, resultó en un análisis profundo y fructífero de qué inquieta y preocupa a la población joven sobre la sociedad que heredarán en un futuro.
Los análisis que surgieron durante las sesiones denotan la capacidad de pensamiento critico de la población joven y rompieron con los estereotipos que normalmente se les asigna de «ignorancia o falta de interés por lo que les rodea». Demostraron ser críticas y resolutivas además de tener una marcada conciencia hacia las injusticias del mundo.
Esta semana hemos realizado la segunda sesión con los mismos grupos de jóvenes. Esta segunda sesión ha estado enfocada a la búsqueda de soluciones a los problemas identificados en la primera actividad. El análisis de la realidad es necesario, pero si no hacemos el esfuerzo de imaginar soluciones se corre el riego de sucumbir a la resignación. Por ello, esta segunda sesión es tan importante. Entre todas trabajamos para, durante una hora, imaginar cómo seria nuestra realidad ideal o mejorada. La intención es que las jóvenes desarrollasen las soluciones a los problemas identificados. La sesión fue igualmente gratificante pues los grupos mantenían sus ganas de participar, aún un mes después.