Las mujeres son el motor del ecosistema del medio rural. Si ellas tienen las posibilidades de progresar, el desarrollo rural se convierte en una realidad. Ellas sostienen la vida, garantizan la alimentación y mitigan los efectos de las crisis globales que puedan afectar a su entorno.
Sin embargo, las barreras estructurales arraigadas en el patriarcado provocan que las mujeres rurales de Extremadura sigan asumiendo los estereotipos de subordinación y dependencia con relación a los hombres. Afecta especialmente a las mujeres la falta de medios para la conciliación de la actividad laboral, actividades de participación social y ocio.
Hoy, en el día internacional de las #MujeresRurales reivindicamos la doble carga que sostienen una por el hecho de ser mujer y otra por el hecho de vivir en una zona rural, donde los roles de género siguen posicionando a la mujer en desventaja respecto al hombre. Reconocemos su labor invisible y no remunerada. Además, exigimos mayor reconocimiento laboral a las campesinas y animamos a las mujeres a desempeñar trabajos masculinizados.
Queremos incidir el papel que cumplen las mujeres en el desarrollo del medio rural, porque conforman la clave para frenar la despoblación en los pueblos extremeños. Pero sobretodo queremos que las mujeres tengan las mismas oportunidades y la misma libertad que los hombres rurales.
Desde el proyecto Ser+Sostenible, contribuimos a que las mujeres rurales se empoderen para romper las brechas y los roles de género que impiden la plena igualdad de género. Nuestro compromiso con las mujeres rurales se ha traducido en sensibilizar a través de diversos talleres a la Asociación de Mujeres “La Cigüeña” de Torre de Miguel Sesmero, en incluir la igualdad y el reparto de tareas en el cuadernillo de buenas prácticas, en comunicar con un lenguaje feminista, en favorecer la conciliación familiar a nuestras/os participantes y en favorecer la asistencia y/o ponencia de las mujeres rurales en nuestras actividades.